• 14 de abril de 2025
  • Federico Nogueda Berdeja
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Judas de la población de Iscariote…Yo me crie en el interior, en la región de Galilea, donde abundan los días claros y las vistas despejadas

14 de abril de 2025

Federico Nogueda Berdeja

Se desarrollaba el año siete de nuestra era, en esa región de la Galilea, donde los ricos eran muy ricos y los pobres extremadamente pobres, Judas el de Iscariote, gozaba de una posesión económicamente alta, con un maestro particular que le enseñaba la cultura hebrea, griega y romana.

Departe de su padre descendía de la clase sacerdotal de esa época, de esa casta que era muy exigida para desarrollarse socialmente, Judas de niño poseía una capacidad de observación y agudeza, aunque muy curioso a la vez, y clasista.

Judas despreciaba al pobre, aunque lo simulaba, su excepción fue Jesús, quién sentía una especie de admiración, respeto, lo hizo su amigo aunque nunca dejó de criticar su origen austero, era un hábito el criticar todo lo que lo rodeaba.

Cabe expresar que, el cabeceo de esta columna, es el título de la novela ‘Mi nombre fue Judas’. del escritor C. K. Stead, quién narra una novela donde dos personajes desde su niñez a la adolescencia amarraron una gran amistad, quién el propio Judas decía, que quizás él no fue en la edad adulta el más cercano al corazón de Jesús, pero si lo conocía mejor que todos los demás, incluido María Magdalena, quién fue sde todas las confianzas del mecías.

Conoció a Jesús de Nazaret cuando tenían siete años, el padre de Jesús carpintero y el de Judas un próspero, muy próspero comerciante, originario de la ciudad de Iscariote en la Judea, y eso expresaba Judas nunca me lo perdonaron, el ser rico.

Su tutor de educación en señaba a otros más niños, entre ellos Jesús, quién llamó mucho la atención de su tutor, y lo acercó para que aprendiera, ya que Jesús poseía una inteligencia y rapidez, un niño genio, carismático y hermoso solía decir su tutor, en cambio Judas no tenía nada de gracia.

En su niñez y a adolescencia Judas fincó una gran amistad con Jesús al grado ya cuando fueron mayores, Judas sintió celo por los demás apóstoles y los llamó pocos sofisticados, sencillos, a quién Jesús dio toda su confianza más que a Judas que lo conoció en su niñes.

Se hizo una fuerte y vinculo cultural, Judas era claridoso, duro e hiriente para definir las cosas, tal vez eso no le gustaba a Jesús, fue también como un cronista, narraba su vida y la de los demás de forma detallada, a veces ofensiva y en otras discriminatorias…desde joven nunca se le vio depositar toda su confianza en alguien.

Reprimía su confianza, como que salía y entraba en la vida de los demás, nunca se quedaba y consolidad la lealtad, aunque lo demostraba.

Era un personaje Judas muy celoso de las amistades de Jesús, y eso quizás con los años fue influyendo para la gran traición histórica, que de acuerdo al evangelio de Judas nunca existió, el único que compartió la infancia con Jesús fue Judas y quizás se sentía con derecho.

A pesar que convivió con un ser de tal alta espiritualidad, judas carecía de esa espiritualidad, era escéptico, dogmático, a pesar que vivió los milagros de Jesús, pero si ponía más atención a las intrigas que decían de Jesús y no tardaba tanto tiempo en comentárselas al rabí, situación que le molestaba al grado que la amistad se distanció en ocasiones.

Judas supo reconocer que el dominio romano trajo en la Galilea beneficios a los judíos, entre ellos, hacíann nuevos caminos de rutas, limpiaban los caminos de asaltantes, los mataban o crucificaban, igual pasaba en los mares repletos de barcos que asaltaban el comercio marítimo, limpiaban también.

Aunque en el fondo Judas odiaba a los romanos, aunque al mismo tiempo forjó amistades con varios soldados romanos de grado militar.

Sobre María Magdalena Judas decía que, Jesús la apreciaba y estimaba más que a todos, porque fue una mujer muy leal, obediente, admiraba, lo amaba, aunque Jesús siempre la vio como una hermana.

Judas fue un gran contradictorio, al mismo tiempo amaba a Jesús, lo admiraba, estuvo con él en los momentos más difíciles y alegres, desde que sufría cuando su niñez, hasta la crucifixión, donde lloró Judas y lo marcó. Pero también, desestimaba todo lo que hacía Jesús, lo cuestionaba, contaba diferente.

No entiendo porque la traición histórica de Judas hacía Jesús, que según él nunca existió, que Jesús sólo habló de una traición y negación hacia él, pero nunca dio nombres, en esa última cena.

Si Judas lo quería como aún hermano, lo estimaba, lo admiraba, sufrían juntos las calamidades de la misión de Jesús, Judas decía que andar a lado de Jesús, implicaba, no saber cuando se iba a comer, o hasta beber agua, y maltratos de algunos aldeanos que no querían a Jesús.

Se sacrificó de ser un personaje de origen pudiente, con propiedades, a seguir la vida austera del evangelio de Jesús, seguir a Jesús decía, implicaba un gran sacrificio a todo lo material.

‘MI nombre fue Judas’, un niño rico que lo tenía todo, menos el amor constante de su padre, que dejó a su madre, un niño que era respetado, que pertenecía al poder sacerdotal de esa época, que llegó a vivir hasta los 70 años y amó a Jesús hasta su ocaso de su vida.

federicosol@yahoo.com.mx